El diagnostico emitido por el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA, por su siglas en inglés) indican una probabilidad del 50% de que se desarrolle el fenómeno meteorológico El Niño en el Océano Pacífico entre los meses de julio y septiembre de este año, lo que podría derivar en el aumento de ciclones tropicales e intensas lluvias que afectarían algunas regiones de México.

En nuestro país, el impacto del fenómeno de El Niño se verá reflejado en la época de verano sobre las regiones áridas y semi-áridas, presentando una disminución de precipitación pluvial y causando sequías e incendios forestales, mientras que en la región centro del país se presentaran lluvias intensas y posibles inundaciones; además se estima un aumento en la formación de ciclones tropicales en las costas del Pacífico.
El fenómeno de El Niño es un patrón meteorológico recurrente que implica cambios en la temperatura del agua en la parte central y oriental del Océano Pacifico Tropical, es decir, algunas corrientes de agua se pueden calentar o enfriar entre uno y tres grados Celsius en comparación del parámetro de temperatura normal y puede tener una duración de tres a siete años.

El Niño—Oscilación del sur (ENSO por sus siglas en ingles) tiene tres fases: El Niño es la fase cálida en la cual la temperatura de las corrientes de agua se incrementa, la fase neutral donde el parámetro de temperatura de las corrientes es estable y la fase fría a la que se le denomina La Niña en la cual la temperatura de las corrientes de agua disminuye. Este fenómeno no solo afecta al Océano Pacifico Tropical, sino también a otras regiones, ya que la lluvia está asociada con las temperaturas superficiales del mar en los trópicos y afecta los patrones de viento en la atmósfera. 

Culturalmente conocemos el fenómeno meteorológico Oscilación del sur como El Niño, ya que los pescadores del puerto de Paita al norte de Perú nombraron así a este fenómeno por la coincidencia de la festividad del Niño Jesús en Navidad, con el recorrido de la Corriente Humboldt, que va desde la costa central de Chile hasta las costas septentrionales de Perú.